
Prototipo de Vital Signs hecho con arduino y con la transmisión inalámbrica recibida por PC en tiempo real.
Elisabeth Méndez. Controlar la frecuencia cardíaca de los pacientes con problemas de corazón ha sido una cuestión de vital importancia en el ámbito de la salud, y en torno a la cual se han llevado a cabo a lo largo del último siglo numerosas indagaciones en busca de nuevos mecanismos que faciliten el proceso de observación de los enfermos y el envío de la información al especialista.
En este sentido, a día de hoy, el dispositivo más avanzado con el que cuentan las personas afectadas por estas anomalías es un holter o sistema de monitorización que permite visualizar su actividad cardíaca durante 24 a 48 horas, pero que, como nos cuenta el estudiante de Ingeniería Informática, Sergio Elvira, es un “dispositivo incómodo del que no se puede prescindir durante el tiempo de diagnóstico y, además, cuenta con el inconveniente de que no se puede mojar”.
Debido a estos problemas, de los que este joven onubense se percató “al observar a un familiar que padece una afección cardíaca”, a Sergio se le ocurrió la idea de estudiar la manera de “comunicar el dispositivo con el paciente de forma inalámbrica, sin cables, y generar a su vez un historial para el médico en la nube donde pueda visualizar en todo momento la actividad cardíaca de la persona”, explica este onubense.
El resultado de su planteamiento ha sido la creación de un mecanismo cómodo de llevar y que monitoriza en tiempo real las afecciones cardíacas, enviando los datos a centros médicos en los que se detectarán al instante las anomalías. Para la realización del proyecto, Sergio Elvira ha contado con la colaboración de los estudiantes de Ingeniería Industrial José Manuel Romero y de Ingeniería Informática, Tomás Ariza.
El trabajo conjunto de todos ellos ha dado como resultado esta tecnología innovadora, denominada ‘Vital Signs’, que tiene como objetivo principal facilitar la vida de personas con este tipo de enfermedades, siendo una de sus características destacadas la capacidad de detectar infartos desde el momento en el que se produce la primera anomalía cardíaca, y gracias a la cual han resultado ganadores del programa para emprendedores de la Fundación Telefónica ‘Think Big’.
El ‘Vital Signs’, o signos vitales, viene a convertirse de esta forma en un nuevo artilugio revolucionario en el campo de la medicina, con especial énfasis en el ámbito de la cardiología y los pacientes crónicos, y que de nuevo otorgará renombre internacional a Huelva una vez se ponga en funcionamiento. Pero para llegar a esa fase, estos estudiantes se encuentran actualmente insertos en un proceso de búsqueda de financiación a través de crowdfunding (micromecenzgo), en concreto mediante la plataforma Somos Amalgama, desde donde pretenden conseguir en un mes los 6.000 euros necesarios para desarrollar el prototipo.
“El dispositivo aún no está fabricado, pues estamos en proceso de diseño, y lo que pretendemos es obtener la inversión necesaria para escalarlo y fabricarlo a modo de prototipo”, aclara el estudiante de Ingeniería Informática y promotor de la innovadora idea, añadiendo que “si conseguimos la financiación, el modelo estará listo en un año“.
En lo referente a su fisonomía o aspecto físico, teniendo en cuenta la fase actual de diseño en la que se encuentra el artilugio, Sergio Elvira nos ilustra con palabras la apariencia que tendrá. “Se estima que, en cuanto a forma, será del tamaño de un electrodo, al que irá conectado un micro controlador de menor tamaño (uno por cada electrodo) en la parte posterior, y separado de este, por lo que será muy cómodo de llevar, adaptándose a los botones, y además se podrá mojar”. En cuanto a su efectividad, estos jóvenes científicos consideran que el margen de error en el tiempo total de procesado y comunicación en señal de alarma “no sobrepasaría nunca los 3 segundos”.
Por otra parte, respecto a su funcionamiento, este onubense, quien cuenta además con experiencia en diseño y construcción de dispositivos tecnológicos y creación de PCBs, nos esclarece que, partiendo de la base de que el Vital Signs no es un dispositivo invasivo, pues su contacto con el paciente es externo, “serán los electrodos del ECG los encargados de recoger la señal, la cual se envía a un dispositivo que se encarga de subir a Internet la información y compararla con una base de datos cuya información contenida son patrones. Una vez analizada la señal, si esta es dañina, el sistema se encarga automáticamente de alertar a los profesionales de la medicina, comunicándoles que esta persona tiene un problema cardíaco para que puedan actuar lo mas rápido posible”.
Esta celeridad en su funcionamiento permitirá además, según destaca Sergio, su aplicación en deportistas, pues al obtener los datos en tiempo real y mostrarlos en pantalla, “un entrenador físico puede monitorizar el comportamiento cardíaco de un deportista para evaluar su rendimiento”. A esto se añade las ventajas de que se puede mojar, es cómodo de llevar y es totalmente inalámbrico, por lo que el deportista puede llevarlo en todo momento mientras realiza su actividad sin que este interfiera en la misma.
Una innovadora tecnología creada por jóvenes onubenses que, si todo marcha según lo previsto y consiguen la financiación necesaria a través de crowdfunding para su confección, en unos años podría salvar la vida de multitud de personas.

Si consiguen la financiación necesaria, en unos años la vida de muchos pacientes cardíacos podría cambiar a mejor. / Foto: www.ellahoy.es
Para comprobar esa eficacia, Sergio nos da a conocer que ya se encuentran entablando comunicaciones con los especialistas de los diferentes centros sanitarios de Andalucía, para que, una vez concluido la fabricación del prototipo, comenzar con su fase de verificación en pacientes. “Estamos confiados en su éxito, pero para ello, incido en la idea de la financiación, pues si no conseguimos el dinero, todo los avances obtenidos hasta ahora no servirían de nada”, concluye el joven investigador.